La audiencia pública será nuevamente el
registro de los innumerables atropellos que sufrimos los trabajadores
por parte de la empresa. Los vecinos que siguen el problema darán cuenta
de los infinitos incumplimientos. También y naturalmente, se registrará
las reiteradas mentiras de aumento de frecuencia y mejoras en los
servicios que nunca se concretan. Por enésima vez, asistiremos a la
exposición de una ecuación que nadie entiende y con la que se pretende
dar carácter científico al robo liso y llano de nuestros bolsillos.
Don Casimiro es una empresa concesionaria, pero la
municipalidad no hace seguimiento de los costos reales, ni busca
establecer un mínimo. Ante esto, lo que corresponde, por lo tanto, es
abrir los libros de las empresas para saber exactamente de qué se habla
cuando se habla aumentos y costos.
Los gobiernos municipal y provincial son
responsables de que el sistema de
la tarjeta SUBE no esté integrada a nivel nacional y de no dar a conocer el número de boletos vendidos anualmente. De esta manera las empresas
tienen la seguridad jurídica y política para robarnos libremente.
Es necesario remarcar que la empresa no
está en crisis: acaba de adquirir el grupo Plaza de Buenos Aires y lo
que dejó el grupo Cirigliano. Además de levantarla en pala con el transporte
internacional en bondis y el tren Posadas-Encarnación, esto último con
varias irregularidades: Don Casimiro sigue sin cumplir
con el convenio con los trabajadores.
En el ajuste impulsado por la Renovación y
Cambiemos – sumando a sus aliados- está previsto la quita total de subsidios y
eso desencadenará saqueos más escandalosos a nuestros bolsillos. Se prefigura un
escenario de ataque al boleto gratuito para estudiantes. Encima de los
brutales tarifazos en la luz, agua, combustibles y gas pretenden que las
paritarias el año que viene no superen el 12%.
Ante tamaña situación de la CGT no se puede esperar nada: los gremios hicieron y harán la vista gorda ante tamaño atropello cuando
debería debatirse en todos los lugares de trabajo en asambleas las
medidas de fuerza a realizar para frenar este tarifazo.
El movimiento de autoconvocados -que convergió políticamente con el socio de
la Renovación, el mismísimo PayS.- seguirá haciendo la plancha por no mantener independencia política.
Si no obtiene lo que plantea, el grupo hará
el lockout (cierre de empresa) de la mano de su socio menor que es la
burocracia sindical.
Por esto no alcanza solo con frenar el boletazo, es
necesario que los trabajadores demos una salida definitiva al problema
de transporte, con aumentos de frecuencias y de horario de atención en
los barrios durante las noches, unidades con cortinas y aire
acondicionado y un boleto de acuerdo a nuestros ingresos y que jamás
supere el 5% del básico.
Advertimos que este reclamo de aumento es
la punta de lanza para que el resto de las empresas de transporte
inicien el reclamo correspondiente, como Capital del Monte o Etce.
Organicemos asambleas en los barrios y lugares de trabajo para imponer un plan de lucha en contra del boletazo y para reclamar:
No al boletazo!
Apertura de los libros de la empresa!
Control del servicio por comités de vecinos!
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