En el día de ayer la Cámara de Representantes de nuestra provincia votó
por unanimidad la ley de Paridad de Género, con lo cual las listas que
participen en las próximas contiendas electorales deberán estar
compuestas por un 50% de mujeres.
La aprobación de ésta norma fue presentada como “una conquista
histórica” de las misioneras, y de los festejos participaron casi la
totalidad de los partidos políticos. A las claras vemos que los partidos
patronales no tienen ningún pudor para servirse de la mentada
“perspectiva de género” para hacer gala de su hipocresía. El oportunismo
de estas fuerzas políticas hace pie en la consideración, más o menos
extendida, de que la presencia de más mujeres en los espacios de
decisión nos permitiría avanzar en la conquista de nuestros derechos.
Sin embargo, la realidad se ha encargado en numerosísimas oportunidades
de demostrar que la presencia de mujeres en los espacios políticos y de
poder no significa per se un avance en nuestras reivindicaciones.
Cristina Fernández de Kirchner ha estado al frente del ejecutivo
nacional 8 años, durante los cuales se encargó de bloquear el
tratamiento del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, una de
las demandas históricas del movimiento de mujeres. Además, fue durante
su gobierno que se llevó a cabo la reaccionaria reforma del Código Civil
que significó un retroceso en varios aspectos, particularmente al
considerar en su artículo 19 que la vida humana comienza con la
concepción. Fue el código civil reformado de CFK el que utilizaron como
mayor argumento legisladores, curas y pastores en su campaña contra el
aborto legal. Otro ejemplo lo encontramos en los votos de las diputadas
nacionales en ocasión del tratamiento del proyecto IVE en el congreso:
de las 100 diputadas 50 votaron a favor, 49 en contra y una se abstuvo,
vaya paridad!!!
Entonces… ¿Por qué el ingreso de mujeres a cargos
políticos no se traduce en avances en las condiciones de existencia de
las trabajadoras? Porque el ingreso de las mismas no está condicionado
al ingreso de nuestro programa de reivindicaciones. No existe programa
político burgués que pueda resolver el problema de la mujer trabajadora,
ni ocuparse de su empoderamiento por la simple razón de que choca con
la pared de la precarización, el ajuste y todas las miserias
garantizadas por un estado al que ya nos ocupamos en señalar como el
responsable de la perpetuación de nuestra situación de opresión y
sometimiento. En los programas e incluso en su composición en partidos
como la Renovación, UCR, PRO el pliego político histórico del movimiento
de mujeres está ausente. Y si tuvieran alguna mención, sus acciones
legislativas no podrían aprobar los presupuestos donde se garantiza la
miseria salarial para las estatales,los despidos y en el mejor de los
casos la continuidad de la precariedad laboral como en los Parques de La
Salud y Del Conocimiento.
Este nuevo cupo no va a funcionar de manera distinta a como ha venido
funcionando el anterior en los partidos del régimen: van a acceder a él
aquellas que manejen mejor la “rosca” o sean bendecidas con el dedo del
conductor. Veremos potenciado el carrerismo político al que ya nos
tienen acostumbradas. Por si quedaba algún margen de duda, ver a Magie
Solari, ahora senadora anti derechos y antes cara de la precarización
laboral reinante en el Centro del Conocimiento, festejar la paridad nos
viene a confirmar la estafa política que pretenden vendernos como un
avance.
Llamamos a las luchadoras por los derechos de las mujeres de nuestra
provincia a tomar nota del oportunismo político y del proceso de
cooptación que se pone en marcha para lavarle la cara no solo los
partidos enemigos de los derechos de las mujeres, sino también al
parlamento que conspira contra las mayorías trabajadoras .-
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