La Renovación y Cambiemos garantizan el ajuste sobre los trabajadores para salvar a la burguesía.
El partido Renovador, con Passalacqua a la cabeza, se apresta a desarrollar a fondo en Misiones el ajuste en regla que el FMI establece como condición para salvar a la burguesía nacional e internacional. Para ello cuenta con el apoyo del Frente Cambiemos, su principal aliado a nivel provincial y nacional, que le ha votado todas las leyes en el transcurso de los últimos 2 años y medio y a quienes la Renovación voto todas las leyes a nivel nacional, tanto en diputados como en senadores.
El ajuste de la Renovación fue avalado por todos los partidos patronales “opositores”, desde el PJ hasta el PAyS, en tanto le votaron el presupuesto 2018 y todo parece indicar que van a hacer lo mismo con el de 2019. En su función de pata “izquierda” del régimen de gobierno Misionero el PAyS mantiene un discurso “crítico”, pero no han promovido nunca la movilización de sus bases para enfrentar el ajuste. Así, aunque se reivindique como la opción Nacional y Popular a la Renovación y que sus referentes salgan a pegarle al macrismo por sus políticas neoliberales, lo cierto es que en Misiones sostienen a la Renovación, y por ende sostienen a Cambiemos a nivel nacional.
Para ello, en un primer paso, durante la última semana de junio, convirtió en ley el proyecto de adhesión al Régimen Federal de Responsabilidad Fiscal y Buenas Prácticas de Gobierno, cumpliendo el compromiso de consenso fiscal firmado por la provincia el año pasado con la administración macrista que, entre otras cosas, busca el compromiso de no incrementar las plantas de personal Estatal, recortar las partidas presupuestarias y que el endeudamiento no supere el 15 % de sus recursos. Incluso, para garantizar el ajuste a nivel municipal, la ley creó el Consejo Provincial de Responsabilidad Fiscal que se va a encargar de elaborar un marco fiscal para la planificación presupuestaria de los municipios; establecer procedimientos para estimar el gasto tributario y formular recomendaciones de política fiscal. Es decir, un control estricto de la continuidad del ajuste.
Ahora, avanzando aún más en el proceso, el gobernador envió a la Cámara de Representantes el proyecto de Ley de Presupuesto General 2019 por $64 mil millones donde pondrá en ejecución el Pacto Fiscal y sus “buenas prácticas de gobierno”. El presupuesto renovador presenta un aumento del 16% respecto a 2018 lo que muestra su intención de reducir el “gasto” y poner en ejecución todo lo acordado en el Pacto Fiscal, lo que incluye también renunciar, en total acuerdo y sin hacer ningún tipo de reclamo, a $3000 millones de los fondos nacionales.
La aplicación de la “buena práctica de gobierno” implica para los trabajadores una “congelación” de los salarios con paritarias extremadamente por debajo de la inflación y un cepo “de facto” para los contratados, cuyos sueldos son inferiores a la media, al establecer que el número de trabajadores del Estado sólo podrán aumentar en forma proporcional a la población.
Mientras posa de opositor “responsable” que garantiza la gobernabilidad de Macri, el gobierno renovador aplica en Misiones el programa que la burguesía local requiere para garantizar su salvataje, un programa exactamente igual al de su “opositor” Cambiemos. Un programa que garantiza exenciones impositivas a los grandes capitales, como Arauco, las agroindustrias exportadoras o los hoteles y Free Shopps de Iguazú; obras y compras millonarias a su cargo para financiar a empresas como LUG o asociaciones empresariales como APICOFOM, y una política de eliminar los impuestos a los “sectores productivos”. Otro tanto hacen los intendentes que, en sintonía con el gobierno provincial, y obedeciendo el mandato de Passalacqua de ser Pro Activos y arreglarse con lo poco que tienen (Stop en Línea, 31/05/2018), benefician con exenciones impositivas o “ventas” de terrenos a precios fiscales a los empresarios locales, mientras aumentan el control y la presión impositiva entre los trabajadores/contribuyentes.
Está claro que el “equilibrio fiscal” busca garantizar una mayor acumulación de capital para las burguesías nacionales e internacionales a costa de evitar que las patronales financien al Estado y trasladando esa tarea a la clase obrera que seguirá pagando el IVA, impuestos al salario, etc. Los trabajadores Misioneros necesitamos un programa de salida a la crisis que represente los intereses de nuestra Clase y se plantee como perspectiva no solo la mejora de las condiciones laborales, si no la posibilidad de una reorganización de las relaciones sociales bajo un gobierno obrero y socialista.
Llamamos a la población trabajadora a desarrollar el Partido de la Clase Obrera, a organizarse y promover Asambleas de Base de todos los sindicatos a fin de desarrollar un programa de salida para expulsar al FMI y sus políticas antiobreras; Rechazar y anular el Pacto Fiscal, la Reforma Laboral y la reforma jubilatoria de Macri, los Gobernadores y el FMI; Nacionalizar la Banca y el Comercio Exterior; y luchar por paritarias libres y un aumento salarial de emergencia en blanco del 30%; La ocupación de toda empresa que cierre o despida a trabajadores; el pase a planta de todo el personal del Estado; la apertura de los libros contables de las empresas de servicio y su puesta bajo control obrero; un Plan integral de Vivienda financiado con impuestos a los grandes capitales del turismo, la agroindustria exportadora, las grandes Constructoras y las empresas inmobiliarias y bajo control obrero.
El partido Renovador, con Passalacqua a la cabeza, se apresta a desarrollar a fondo en Misiones el ajuste en regla que el FMI establece como condición para salvar a la burguesía nacional e internacional. Para ello cuenta con el apoyo del Frente Cambiemos, su principal aliado a nivel provincial y nacional, que le ha votado todas las leyes en el transcurso de los últimos 2 años y medio y a quienes la Renovación voto todas las leyes a nivel nacional, tanto en diputados como en senadores.
El ajuste de la Renovación fue avalado por todos los partidos patronales “opositores”, desde el PJ hasta el PAyS, en tanto le votaron el presupuesto 2018 y todo parece indicar que van a hacer lo mismo con el de 2019. En su función de pata “izquierda” del régimen de gobierno Misionero el PAyS mantiene un discurso “crítico”, pero no han promovido nunca la movilización de sus bases para enfrentar el ajuste. Así, aunque se reivindique como la opción Nacional y Popular a la Renovación y que sus referentes salgan a pegarle al macrismo por sus políticas neoliberales, lo cierto es que en Misiones sostienen a la Renovación, y por ende sostienen a Cambiemos a nivel nacional.
Para ello, en un primer paso, durante la última semana de junio, convirtió en ley el proyecto de adhesión al Régimen Federal de Responsabilidad Fiscal y Buenas Prácticas de Gobierno, cumpliendo el compromiso de consenso fiscal firmado por la provincia el año pasado con la administración macrista que, entre otras cosas, busca el compromiso de no incrementar las plantas de personal Estatal, recortar las partidas presupuestarias y que el endeudamiento no supere el 15 % de sus recursos. Incluso, para garantizar el ajuste a nivel municipal, la ley creó el Consejo Provincial de Responsabilidad Fiscal que se va a encargar de elaborar un marco fiscal para la planificación presupuestaria de los municipios; establecer procedimientos para estimar el gasto tributario y formular recomendaciones de política fiscal. Es decir, un control estricto de la continuidad del ajuste.
Ahora, avanzando aún más en el proceso, el gobernador envió a la Cámara de Representantes el proyecto de Ley de Presupuesto General 2019 por $64 mil millones donde pondrá en ejecución el Pacto Fiscal y sus “buenas prácticas de gobierno”. El presupuesto renovador presenta un aumento del 16% respecto a 2018 lo que muestra su intención de reducir el “gasto” y poner en ejecución todo lo acordado en el Pacto Fiscal, lo que incluye también renunciar, en total acuerdo y sin hacer ningún tipo de reclamo, a $3000 millones de los fondos nacionales.
La aplicación de la “buena práctica de gobierno” implica para los trabajadores una “congelación” de los salarios con paritarias extremadamente por debajo de la inflación y un cepo “de facto” para los contratados, cuyos sueldos son inferiores a la media, al establecer que el número de trabajadores del Estado sólo podrán aumentar en forma proporcional a la población.
Mientras posa de opositor “responsable” que garantiza la gobernabilidad de Macri, el gobierno renovador aplica en Misiones el programa que la burguesía local requiere para garantizar su salvataje, un programa exactamente igual al de su “opositor” Cambiemos. Un programa que garantiza exenciones impositivas a los grandes capitales, como Arauco, las agroindustrias exportadoras o los hoteles y Free Shopps de Iguazú; obras y compras millonarias a su cargo para financiar a empresas como LUG o asociaciones empresariales como APICOFOM, y una política de eliminar los impuestos a los “sectores productivos”. Otro tanto hacen los intendentes que, en sintonía con el gobierno provincial, y obedeciendo el mandato de Passalacqua de ser Pro Activos y arreglarse con lo poco que tienen (Stop en Línea, 31/05/2018), benefician con exenciones impositivas o “ventas” de terrenos a precios fiscales a los empresarios locales, mientras aumentan el control y la presión impositiva entre los trabajadores/contribuyentes.
Está claro que el “equilibrio fiscal” busca garantizar una mayor acumulación de capital para las burguesías nacionales e internacionales a costa de evitar que las patronales financien al Estado y trasladando esa tarea a la clase obrera que seguirá pagando el IVA, impuestos al salario, etc. Los trabajadores Misioneros necesitamos un programa de salida a la crisis que represente los intereses de nuestra Clase y se plantee como perspectiva no solo la mejora de las condiciones laborales, si no la posibilidad de una reorganización de las relaciones sociales bajo un gobierno obrero y socialista.
Llamamos a la población trabajadora a desarrollar el Partido de la Clase Obrera, a organizarse y promover Asambleas de Base de todos los sindicatos a fin de desarrollar un programa de salida para expulsar al FMI y sus políticas antiobreras; Rechazar y anular el Pacto Fiscal, la Reforma Laboral y la reforma jubilatoria de Macri, los Gobernadores y el FMI; Nacionalizar la Banca y el Comercio Exterior; y luchar por paritarias libres y un aumento salarial de emergencia en blanco del 30%; La ocupación de toda empresa que cierre o despida a trabajadores; el pase a planta de todo el personal del Estado; la apertura de los libros contables de las empresas de servicio y su puesta bajo control obrero; un Plan integral de Vivienda financiado con impuestos a los grandes capitales del turismo, la agroindustria exportadora, las grandes Constructoras y las empresas inmobiliarias y bajo control obrero.
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