Como parte del plan de guerra que está imponiendo el macrismo y los gobernadores para descargar el ajuste sobre los trabajadores y mantener y acrecentar las ganancias de los empresarios durante el mes de diciembre y lo que va de enero, se ha lanzado una enorme ofensiva contra los trabajadores estatales nacionales, provinciales y municipales con cientos de despidos.
En el Estado Nacional ya son más de 1.200 los despidos en diferentes organismos como el SENASA, el Ministerio de Energía, el Ministerio de Economía, entre muchos otros. Lo mismo sucede a nivel provincial con empleados de seguridad del SAMIC o el LACMI (Laboratorio de Alta Complejidad de Misiones). Todos estos hechos no son aislados porque se enmarcan en la política de ajuste desarrollada por el Estado en su conjunto (nacional y provincial) con medidas como la reforma previsional e impositiva aprobada a fin del 2017 y la laboral que querrán imponer en febrero de 2018. Todas destinadas a incrementar las ganancias capitalistas y hacer “buena letra” con los organismos financieros internacionales y sostener una política económica que privilegia a los inversionistas y su bicicleta financiera, una bomba de tiempo que pronto nos estallará en las manos.
Sumado a esto el macrismo busca imponer un estado de represión, persecución y penalización de las luchas sociales, como modo de garantizar una “paz social a sangre u fuego”. La persecución a los luchadores sociales, la estigmatización de los militantes y la criminalización de la protesta son las “herramientas” que quiere usar el Estado para acallar a los trabajadores que reclaman por sus derechos.
Sumado a esto el macrismo busca imponer un estado de represión, persecución y penalización de las luchas sociales, como modo de garantizar una “paz social a sangre u fuego”. La persecución a los luchadores sociales, la estigmatización de los militantes y la criminalización de la protesta son las “herramientas” que quiere usar el Estado para acallar a los trabajadores que reclaman por sus derechos.
Frente a este cuadro de situación UPCN y toda la CGT miran para otro lado. Por otro lado la directiva de ATE convoca a paros aislados que no resuelven el problema de fondo lo que demuestra su complicidad para dejar pasar el ajuste, como a fines de 2016, evitando el llamado a asambleas de trabajadores, la deliberación conjunta y el desarrollo de un plan de lucha que vaya a fondo.
Es imprescindible que los trabajadores tomemos en nuestras manos el problema, debatamos en cada lugar de trabajo la necesidad de un verdadero plan de lucha, de un escalonamiento de paros activos y movilizaciones para confluir en una huelga general que quiebre el ajuste.
No más despidos, reincorporación de los trabajadores despedidos ya!!!
Pase a Planta permanente de todos los precarizados!
Libertad a Cesar Arakaki!!
Por la huelga general para quebrar el ajuste y la reforma laboral!!!
No más despidos, reincorporación de los trabajadores despedidos ya!!!
Pase a Planta permanente de todos los precarizados!
Libertad a Cesar Arakaki!!
Por la huelga general para quebrar el ajuste y la reforma laboral!!!
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