La situación creada por la profundización de la crisis
capitalista ha llevado al Partido Obrero a plantear el Congreso de Bases
de la CGT, la CTA y todos los sindicatos, como consigna de intervención
del período. No sólo destinada a una propaganda estratégica o de largo
alcance en la lucha por una nueva dirección del movimiento obrero, sino
para difundirla entre todos los trabajadores y para realizar una campaña
política en la vanguardia obrera.
El último paro
nacional del 25 pasado, puso de relieve la incapacidad de la burocracia
sindical de seguir retardando una medida que, cada vez más, se imponía
desde abajo impulsada por el malestar creciente ante la inflación, los
tarifazos y los despidos. El paro del 25 fue muy contundente: demuestra que el cambio en el humor social -manifestado en diciembre
del año pasado-, se ha transformado en actitud para el combate. Esta
actitud es la que debe ser promovida y estructurada en un verdadero plan
de lucha nacional. Pero es justamente esta actitud, la que la
burocracia sindical “teme como a la peste” porque la pone en los límites
de su capacidad de contención y negociación con la patronal.
Por
esto, el Partido Obrero se plantea el progreso de un movimiento por el
paro activo nacional y un plan de lucha que a su turno pueda derrotar al
gobierno y su ajuste con el método de la huelga general. Son las tareas
que han quedado planteadas tras las jornadas de diciembre y que hoy
hacen más urgentes todavía las ocupaciones, luchas y movilizaciones
contra los despidos masivos. Es decir, promovemos la irrupción masiva de
la clase obrera en la escena, como lo sugirieron las jornadas de
diciembre aunque en forma incipiente.
El congreso de bases, el método de la unidad del movimiento obrero
Hay
una nueva disposición de lucha de la clase obrera e incluso el apoyo de
sectores populares como se vio en el gran cacerolazo de la noche del 18
de diciembre pasado. Pero ¿cómo organizar la reacción de conjunto ante
los obstáculos que pone la burocracia sindical? ¿Cómo construir la
unidad para el combate ante el disgregacionismo al que han llevado el
movimiento obrero organizado con dos CGT y tres CTA´s!!!? Se nos plantea
el problema de abrir un rumbo para remover el obstáculo que significa
la burocracia sindical. Ese rumbo es el congreso de bases.
No
hay otro camino que el de partir de la base trabajadora, viabilizando
una acción de conjunto del movimiento obrero a través de los sindicatos.
La burocracia sindical opera activamente en la contención del
movimiento obrero desde la fragmentación. Poner en pie una nueva
dirección, supone el hecho de poner en marcha al movimiento obrero, para
participar de la agenda política con un planteo propio, independiente
de las distintas variantes que expresan los partidos patronales.
La
primera y gran virtud de nuestro planteo es que ofrece un camino para
unificar al movimiento obrero en su conjunto sobre nuevas bases:
democracia sindical e independencia del Estado y de la patronal. Las
distintas fracciones de la burocracia representan camarillas de negocios
entrelazadas con sectores empresariales, con barrabravas y con punteros
más o menos encumbrados del PJ.Esto es así, pero la fragmentación
ofrece también canales parciales de movilización e intervención al
activismo, debilita los muros de contención, lo cual debe ser explotado
por el clasismo para hacer progresar los intereses generales de los
trabajadores. Es lo que estamos haciendo en este momento ante la
convocatorias de elecciones de las tres CTAs, en donde desde el PO
estamos participando en las tres, como método para superar la división y
parálisis de ATE-CTA.
El congreso de base que
planteamos, se opone por el vértice como método a los encuentros y
confederales cegetistas o ceteaistas creados desde las listas sábanas.
Planteamos un congreso de base edificado desde abajo, con compañeros
votados en asambleas, es decir, compañeros con mandato y un programa
preciso para llevar. Este método es el único que puede terminar con la
regimentación del movimiento obrero y con el ahogo de las energías de
lucha, además de expresar el verdadero pensar y sentir de los
trabajadores.
Pone arriba de la mesa un método
para resolver la contradicción que nos atraviesa por décadas de
peronismo sindical y aún de centroizquierda sindical, que es el repudio a
los dirigentes sindicales que no nos representan a los trabajadores,
sino que son correas de transmisión del régimen patronal al interior del
sindicalismo. La corruptela sindical es un aspecto de este carácter de
la burocracia sindical. Está alimentada por la patronal y por ello jamás
podría combatirla un gobierno patronal. Al contrario, todos se han
valido de ella, desde Alfonsín hasta el macrismo pasando por el
kirchnerismo..
De manera que el Congreso de Bases
no pretende borrar a los sindicatos ni borrar las necesarias direcciones
de los sindicatos. No es “basismo”. Al contrario, se trata de promover
representantes directos que abran el rumbo hacia nuevas direcciones.
Guillermo Ramisch, delegado sindical INTA
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