Este viernes aumenta la tarifa del boleto urbano en un 14% (mucho más que cualquier oferta salarial anual que
ofreciera la Renovación a los trabajadores estatales y en un solo pago),
pero además esto lleva un aumento total del boleto del 40% respecto de
los 8,55 pesos que costaba en diciembre del 2017.
Sumados los tarifazos en los servicios y restados
los ajustes salariales, estos aumentos nos llevan a la miseria sin que
las CGT o cualquier central o sindicato se ocupe de un plan de lucha por
la reapertura de paritarias o por poner freno a estas medidas anti
populares.
Queda claro que las empresas concesionarias
no van a cumplir ninguno de los compromisos que signifiquen mayores
gastos para sus arcas, porque saben que intendentes y
concejales son solo correa de transmisión de las políticas sobre
transporte que ellos mismos diseñan.
Se vienen mayores tarifazos: las devaluaciones obligan a actualizar las tarifas a valor
dólar y no de acuerdo a los costos locales de operación del petróleo
por ejemplo; política que viene desde Menem, sostenido por subsidios por
el kirchnerismo y ajustando y con subsidios por este gobierno.
La ley
anti tarifazos ya fue vetada y el PJ, los K y el masismo no moverán un
dedo para insistir ya que el gobierno no
puede realizar un segundo veto sobre la misma. De estos sectores no se puede esperar que organicen las
movilizaciones contra las tarifas; es una imposición del FMI y la
cumplirán a rajatabla.
A poco del veto ya aumentaron las naftas,
EMSA anunció que por la devaluación aumentaron sus costos o sea que
aumentarán las tarifas y por supuestos aumentarán los impuestos a las
naftas como afirmó el presidente. No dan tregua mientras quieren sujetar
los salarios en el 15%.
A fines de este mes vencen las LEBACS por
montos multimillonarios y la exigencia del FMI es que devalúe para
aportar dinero y mayores tarifazos antes de fin de año.
Ante semejante política que lleva al caos
económico y la desesperación a los trabajadores y sus familias, es necesario organizarse
barrio por barrio y en los lugares de trabajo realizar asambleas y
votar planes de lucha con un programa que implique la anulación de los
tarifazos y la estatización de las empresas de servicio bajo control de
los trabajadores, urgente aumento de las jubilaciones y salarios a
valores de la canasta familiar, la nacionalización de los recursos
energéticos, la banca y el comercio exterior.
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